domingo, 22 de junio de 2008

AHIGE, asociacion de hombres por la igualdad de genero

Indignado me encuentro tras buscar en Google "Asociacion de hombres". Iluso yo, que pretendia encontrar un club social donde presumir de masculinidad....

El primer resultado de la busqueda resulta ser "AHIGE" asociacion de hombres por la igualdad de genero. Solo con contemplar la portada uno queda con la moral por los suelos.

La verdad que la pagina cumple lo que promete. Despues de ver el comunicado anunciando a bombo y platillo que estan a favor de las medidas propuestas por Bibiana Aido me siento como la estereotipada rubia que se pregunta si el gen recesivo que le ha dado su tonalidad capilar tambien hara que no pueda llegar a nada en la vida.

Segun estos personajes la igualdad se basa en poner lavadoras, planchar la ropa.... y por supuesto aceptar que el hombre es malo por naturaleza y por ello, como una especie de handicap, deben aprobar que la condena por el mismo delito conlleve una pena superior simplemente por su sexo.

Sinceramente prefiero pensar que, dado que la representaciones principales de esta asociacion estan en Cataluña y Andalucia (paraiso de comisiones ilegales), esta secta (FLAGELAROS HOMBRES!!, y no pareis hasta que vuestra mujer piense que seguramente sois homosexuales que quieren fingir tener una familia tradicional) solo persigue el cobro de las mismas, y como en toda secta, hay unos lideres que se lucran y unos pringaos que se lo creen.

¿Como hemos podido llegar a esto? ¿De verdad esa gente cree que hombres y mujeres son iguales? Porque que yo sepa las chicas no tienen colita (bueno, como en todo hay alguna excepcion), y las diferencias fisiologicas no acaban ahi.

La igualdad debe estar por supuesto en las oportunidades laborales y en el trato diario como ciudadanos, y este objetivo debe conseguirse con medidas que realmente ayuden a la mujer como saber que tendra una subvencion por tener a su hijo, o una guarderia en su centro de trabajo. Medidas como la obligacion de paridad en las listas electorales o las recomendaciones a las grandes empresas de incluir mujeres en sus organos directivos son poco menos que humillantes para la mujer. No hace falta ayudarlas a nada, basta con no obstaculizarlas, ellas son capaces de conseguir lo que quieran por sus medios.

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