martes, 5 de agosto de 2008

Residencia de estudiantes ARTI, en pleno corazon de madrid

Es época de buscar residencia, oleadas de nuevos estudiantes ocupan las capitales. Os resumo aquí lo que mi sobrina me ha contado de la suya.

Tio, el director de mi residencia me daba miedo. Era una persona bastante rellenita, con un look como de cacique con la camisa un poco desabrochada. Aficionado a la bebida y lo que es peor, a las armas. Se compro recientemente un revolver Smith & Wesson .44 magnum. Yo creo que no es un arma de tiro olimpico precisamente. Todos en la residencia conocen sus excesos con el alcohol y un dia de estos tendran un disgusto.

La comida es bastante mala. Compraron el restaurante "bajamar", una reputada marisqueria. Viven de las rentas, hasta las toallas de la cocina todavia llevan el emblema de bajamar. Tambien se han quedado los requemados utensilios de cocina y las cucarachas. Las materias primas tambien son de escasa calidad, sobre todo cuando se encarga la mujer del jefe de comprar.

Las habitaciones tienen en muchos casos muebles de aglomerado de mala calidad. El chapado se ha deteriorado liberando diariamente miles de particulas que afectan seguramente a la salud de los residentes.

El internet cuesta un dineral, y tienen la poca decencia de explotarlo con un programa pirateado y un sistema operativo pirateado. Windows 2k3 y WinRoute.

Toda la recaudacion de las lavadoras y maquinas expendedoras se hace en dinero negro, amen del internet.

Se han detectado descuadres en los balances de cuentas de esta empresa durante algunos ejercicios.

Tras quedarse sistematicamente con parte de las fianzas de la gente, ahora han optado por inventarse una nueva estratagema, 100€ son de matricula. Wow, en las universidades publicas por crearte el expediente te cobran la friolera de 26€!!!

Los edificios estan viejos y sin mantenimiento.

Las actividades culturales brillan por su ausencia, habitualmente no se realiza ninguna aparte de abrir el restaurante como bar de copas, suponemos que sin licencia, para aumentar la recaudacion.

En definitiva, siempre hay quejas de los colegios mayores, nunca la comida es al gusto de todos, pero en este caso la tacañeria y las ganas de exprimir a los ahorros de los padres de los residentes sobrepasa el limite.